La vuelta a la normalidad debe hacerse con prudencia y precaución. El peligro de contagio sigue existiendo, sobre todo entre algunos grupos que tienen mayor riesgo de enfermedad grave debido a la COVID-19, por su edad avanzada o porque tienen un problema de salud previo, grave también a largo plazo. Es muy importante que se tomen medidas para reducir este riesgo de contagio cuando se vuelve a las relaciones sociales.
Estas condiciones y las situaciones creadas por la reanudación de la actividad social pueden aumentar el estrés durante la desescalada. El miedo y la ansiedad ante una desprotección aparente por la relajación de las medidas preventivas son un factor a tener muy en cuenta.
Cosas que pueden hacerse para vencer este síndrome emocional:
- Descansemos para meditar, leer o escuchar noticias de otros temas. Exponerse repetidamente a información sobre la pandemia puede generar ansiedad.
- Cuidemos el cuerpo: comer alimentos saludables y seguir una dieta variada y equilibrada, hacer ejercicio apropiado a la edad regularmente, dormir lo suficiente, evitar el alcohol y el tabaco, tomar el sol con prudencia para generar vitamina D.
- Relajarse con las aficiones o el hobby que más nos gusten.
- Relacionarse: hablar con personas de confianza acerca de las preocupaciones y sentimientos. Hacerlo con cierta frecuencia. No aislarse.
- Llamar al médico si el estrés limita las actividades diarias durante varios días seguidos.
Fuentes: https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-nCoV/index.html
Y equipo médico de Assistència Sanitària